C2GTalk: Una entrevista con Agustín Ávila, Director General de Políticas para la Acción Climática en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y Encargado del despacho de la Dirección General del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC)

¿Cuáles han sido las implicaciones de la experimentación de la modificación de la radiación solar en México?

10 Julio 2023

¿Cuál es la posición de México sobre la experimentación de la Modificación de la Radiación Solar en su territorio nacional?

¿Cuáles son las prioridades de México en materia de acción climática?

¿Por qué es importante trabajar en la gobernanza de la Modificación de la Radiación Solar?

¿Cómo pueden los gobiernos preservar su soberanía en relación con la  Modificación de la Radiación Solar?

¿Cómo abordar las lagunas de gobernanza de la Modificación de la Radiación Solar?

Esta entrevista se grabó el 25 de mayo de 2023 y también está disponible con interpretación en English, Français, and 中文.

Los gobiernos nacionales tenemos que generar una reglamentación al respecto para que no seamos lugares de experimentación o uso de esta tecnología, dijo Agustín Ávila en referencia a la modificación de la radiación solar en una entrevista con C2GTalk. Agregó que en el caso del gobierno de México, una nación soberana y fuerte económicamente, pueden darse la oportunidad de no aceptar este tipo de experimentación en su territorio nacional.

Agustín Ávila es Doctor en Ciencias Sociales y Desarrollo Rural y Maestro en Desarrollo Rural por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualmente es el Director General de Políticas para la Acción Climática en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y Encargado del despacho de la Dirección General del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). Fue Coordinador General del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable, (CECADESU) en SEMARNAT y Director General de Opciones Productivas en la Secretaría de Bienestar.

En el sector ambiental ha trabajado en foros, planes y actividades de difusión en materia de cambio climático, metodologías de trabajo comunitario, programas educativos, capacitaciones a servidores públicos, coordinación de programas, convenios y estrategias para problemáticas ambientales a lo largo de diferentes estados de la república. En diferentes medios de comunicación ha colaborado en el seguimiento y planificación para promover un bienestar integral y transversal de la población, poniendo a disposición sus conocimientos, resaltando el papel de las comunidades indígenas en la construcción de un equilibro con la naturaleza.

Below are edited highlights from the full C2GTalk interview shown in the video above. Some answers have been edited for brevity and clarity.

Doctora Ávila, para empezar, quería pedirle que nos comente un poco acerca de su trabajo y de algunas de las cuestiones climáticas en las que se centra hoy el gobierno de México. ¿Cuáles son algunas de las de los principales impactos de cambio climático en México y la región y las estrategias principales y los retos para abordar y reducir estos impactos en México y en la región? 

Hola, Alia, muchísimas gracias por la oportunidad de estar aquí con ustedes el día de hoy. Nuestro trabajo aquí en el Gobierno de México, en la Unidad de Cambio Climático, tiene que ver con la construcción de política pública en esta materia para nuestro país y tiene que ver con este componente que le hemos puesto, la acción climática en los territorios de México para enfrentar los impactos [del cambio climático]. Lo primero que yo te diría es que México es un país que aporta muy poco en las emisiones generales de gases de efecto invernadero, pero que está recibiendo de manera creciente los impactos del cambio climático. Nosotros estamos observando en nuestro país el elevamiento del nivel del mar en las dos costas, en el golfo de México y en el océano Pacífico. Estamos atendiendo, por ejemplo, una comunidad que es la comunidad del bosque en Centla, Tabasco, que está desapareciendo ya por el crecimiento del nivel del mar. Y como tenemos esta situación de elevamiento del nivel del mar, también tenemos una sequía extrema que nos llevó el año pasado, por ejemplo, una declaratoria de emergencia por sequía en el norte del país. Y junto con eso, tenemos procesos de deslave, de inundaciones por lluvias, torrenciales o por la llegada de huracanes, tanto por el golfo de México como por el océano Pacífico. Entonces, México es un país que está siendo muy vulnerable al cambio climático, que está sintiendo sus impactos de manera creciente. Como Gobierno de México, lo que estamos haciendo es actuar, actuar tanto en la reducción de nuestras emisiones, por eso en la COP 27, México se comprometió a aumentar sus metas climáticas de reducción, pasamos del 22 al 35 por ciento. Pero estamos avanzando también en construir con la gente la nueva política pública en materia de adaptación. Una adaptación participativa desde la gente de abajo hacia arriba, que lo que busca es involucrar a las personas directamente afectadas y empezar a construir desde ello las estrategias de resiliencia climática que permita fortalecer la generación, por ejemplo, de alimentos a nivel local mediante técnicas agroecológicas y no de monocultivos, que permita colocar muros verdes frente a esas soluciones a veces solamente tecnológicas que se visualizan por parte de las grandes empresas, que permite un ordenamiento ecológico del territorio en función de sus aptitudes que tiene el territorio, que permita ir avanzando con ciudades y con municipios en darles el papel de protagonistas en esta historia para que sean ellos los que también vayan conduciendo los procesos de enfrentamiento, de resistencia al cambio climático, como le hemos denominado nosotros aquí en nuestro país. 

Sí, en definitiva, una serie de desafíos muy importantes para un gobierno como el suyo, que está al frente de todas las consecuencias del cambio climático y por supuesto, un país que tiene una huella bien pequeña a nivel internacional. Doctora Ávila, a final del año pasado se produjo un hecho controvertido que provocó fuertes reacciones en todo el mundo. Una nueva empresa comercial estadounidense lanzó un globo en Baja California, diseñada para liberar aerosoles en la estratosfera, proponiendo lo que ellos denominan un esquema de créditos de enfriamiento. Y días después de que se conociera esta noticia, el Gobierno Federal de México publicó un comunicado oficial en el que anunciaba que prohibiría los experimentos de modificación de la radiación solar. ¿Nos podría comentar un poco más acerca de la secuencia de eventos que llevaron a la comunicación por parte de INECC y de la SEMARNAT? ¿Qué pasó en estos momentos? ¿El gobierno de México estaba informado acerca de este experimento? 

Mira, lo primero que yo diría es que la crisis climática que estamos viviendo requiere soluciones reales. No requiere ver el cambio climático como un negocio verde más, sino lo que requerimos son acciones de mitigación y acciones de adaptación reales en el territorio. Nosotros nos enteramos de que una empresa de Estados Unidos con sede en Boston, una startup, realizaba experimentos en nuestro país de geoingeniería solar sin solicitar ningún tipo de permiso ni al gobierno federal, ni al gobierno estatal, ni a los gobiernos municipales. Entonces, lo primero que queremos señalar claramente como gobierno de México es que no vamos a hacer patio de experimentación de ningún tipo de estas tecnologías en nuestro territorio. Segundo, indudablemente, este hecho fue realizado sin el consentimiento del Gobierno de México, es violatorio de nuestra soberanía nacional. Tercero, diferentes estudios nos hablan de los que pueden ser los impactos colaterales de la utilización de esta tecnología, que puede generar en algunas zonas este proceso de reflejar los rayos solares, pues puede generar hacia otras regiones un periodo de sequía o, en su caso, la concentración también de lluvias en los trópicos. Además de lo que puede ser el adelgazamiento de la capa de ozono, que diferentes estudios científicos han relacionado con el uso también que puede traer esta tecnología. 

Entonces, el comunicado lo firmamos conjuntamente la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático y el Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología de México. Este último es muy importante porque es donde se desarrolla la investigación científica de nuestro país y donde finalmente los expertos, los investigadores, se están alertando sobre el uso de esta tecnología y su probable impacto no solamente en el clima, sino en la misma reproducción social de las personas de México que pueden haber afectado su ciclo de lluvias para la producción agrícola o que pueden verse afectados hasta en procesos de migración climática en determinado momento, si deja de llover en algún territorio y ellos no pueden producir sus alimentos. 

Y solo para aclarar un punto aquí, ¿el tema de investigación está también prohibido o se trata de prohibir la experimentación interior / exterior? 

Todo. No vamos a permitir en el territorio nacional que se genere investigación y experimentación en materia de geoingeniería solar. No es una prioridad del Gobierno de México. Creemos que tenemos que realizar acciones reales de mitigación del cambio climático, sobre todo de los grandes corporativos, muchas empresas de Estados Unidos que están instaladas en nuestro territorio, que tienen que hacer un esfuerzo muy grande para mitigar esos gases de efecto invernadero que están generando esta crisis climática. Y creemos que ahí es donde hay que invertir en la tecnología. Que realmente reduzcamos sustancialmente el dióxido de carbono que se está enviando a la atmósfera y el metano, que indudablemente también se está produciendo, por lo cual, por ejemplo, como SEMARNAT, generamos una nueva norma sobre descarga residuales que ya está en nuestro país y que busca, por ejemplo, reducir sustancialmente esta cuestión de los gases que se evaporan en determinado momento por todas las empresas industriales que están descargando en los ríos de nuestro territorio. 

Gracias por esta aclaración, doctor. Entonces, en el ámbito nacional, ¿qué medidas está tomando o piensa tomar el gobierno de México? ¿Nos podría dar un poco de información? 

Mantenemos una coordinación estrecha con el Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología, CONACYT. Realizamos ya un panel de expertos a nivel de América Latina fundamentalmente sobre el tema. Hemos participado en reuniones de ministros de Medio Ambiente y oficinas de Cambio Climático de Iberoamérica, con los cuales hemos platicado de esta situación en específico de geoingeniería solar. Les hemos comunicado la intención del Gobierno de México de dar a conocer próximamente este decreto de prohibición de la geoingeniería solar en nuestro país y que a nivel internacional podamos avanzar también el sentido de una gobernanza a nivel internacional sobre este tema y este tipo de experimentos. Entonces, en ese sentido, también hemos hablado con el gobierno de Alemania, con los gobiernos de otros países para que podamos ir generando las reglas a nivel internacional que nos eviten este tipo de experimentaciones alrededor de, según el sentido de mitigar el cambio climático, sus efectos, pero que probablemente pueden traer otras consecuencias muy fuertes para el clima en el resto del planeta. 

Perfecto. Y en sus conversaciones con países como Alemania, por ejemplo, u otros, o en los diferentes espacios multilaterales que comentó, ¿qué tipo de reacciones ha encontrado a abordar esta temática, porque en realidad esta conversación está todavía muy verde. Muchos países no están muy informados al respeto, en realidad. Entonces, sería interesante saber qué tipo de reacciones ha encontrado en estas conversaciones. 

Claro. Si es un tema muy nuevo a nivel internacional, México tuvo la desfortuna de ser el primer país del mundo donde se realizó esta experimentación. Entonces, ha sido un tema novedoso, nuevo. Ellos están pendientes finalmente de la reglamentación que dará a conocer el Gobierno de México sobre esta materia e indudablemente tendremos la posibilidad de desarrollar encuentros bilaterales o multilaterales que nos permitan generar, rumbo a la COP 28 o en el seno de Naciones Unidas, una iniciativa en la materia. Lo que nosotros creemos es que hay que centrar los recursos contra el cambio climático en acciones verdaderas de mitigación y de adaptación al cambio climático. Lo que vemos aquí es un desvío de recursos en una esfera especulativa sobre una tecnología que indudablemente no sabemos si nos ayudará o realmente generará mayores efectos negativos en las poblaciones de por sí ya impactadas por el cambio climático. Entonces, lo que estaríamos colocando como Gobierno de México, como medio ambiente, es esta necesidad de dirigir, por ejemplo, los recursos internacionales ahí donde se están generando las pérdidas y daños por el cambio climático. Colocar en el centro a las personas y a la naturaleza que está sufriendo este proceso de cambios de temperatura en el planeta. 

Entonces, dedicarnos a proteger a los animales y a la vegetación que está mudando todos sus ciclos de reproducción ecológica por el cambio de temperatura es más urgente que estar dedicando dinero a este tipo de experimentaciones que pueden generarnos efectos adversos, como lo han mostrado diferentes estudios científicos que ya se han realizado en diferentes partes del mundo. 

Está muy claro, gracias. Y justo quería ahorita abordar el tema. Usted conoce que a finales de febrero el PNUMA publicó un informe de un panel de expertos independientes que le denominaron “Una Atmósfera”, en el que señala, entre otras cosas, que ante las numerosas incógnitas y riesgos que rodean a la modificación de la radiación solar, es muy necesario establecer un proceso internacional de revisión científica para identificar escenarios, consecuencias, incertidumbres y conocimientos. También considera que un proceso de gobernanza sería valioso para orientar las decisiones en torno a las actividades de investigación, incluida la investigación en interiores, los experimentos a pequeña escala en exteriores y los despliegues de diferentes técnicas de modificación de la radiación solar. No sé si usted sabe, México fue copatrocinador de la propuesta de resolución de la UNEA 4 en el 2019 sobre la gobernanza de la geoingeniería, que fue retirada por falta de consenso tras una semana de intensas negociaciones. A la luz de esto, quería preguntarle si nos podría comentar un poco acerca de la visión de México sobre el papel de la UNEA o del PNUMA en ese entonces y cuál sería su visión hoy. 

Mira, yo creo que este documento que da a conocer recientemente el PNUMA, “Una Atmósfera”, creo que es un buen marco de ruta de lo que está sucediendo a nivel global. Necesitamos fortalecer la gobernanza de entrada en esta materia, donde las empresas o las start-ups relacionadas finalmente con el uso de esta tecnología entiendan que hay un marco nacional de actuación, que hay reglas, que finalmente hay un solo clima interconectado a nivel global, en el sentido de que lo que se pueda realizar en Indonesia pues va a tener impactos en Estados Unidos o en China o en México. Es un planeta interconectado, vivo, hasta dirían algunos en cuanto a GAIA. Entonces, lo que requerimos es, finalmente, mayor cantidad de estudios científicos sobre el tema. Un principio precautorio, claro, de los probables efectos que este uso de la tecnología puede realizar sobre la vida de millones de personas. Requerimos, indudablemente, pues uno de los grandes logros de la humanidad fue detener el adelgazamiento de la capa de ozono en este planeta, lo que mostró la voluntad internacional ante un tema clave y abrir espacio a esta tecnología, cuando varios estudios nos están diciendo que va a ayudar al adelgazamiento, pues es ir en contra de ese acuerdo a nivel internacional que ya habíamos realizado y que es exitoso, que es algo que nos da la esperanza. 

Si pudimos, los países, ponernos de acuerdo para hacer frente al adelgazamiento de la capa de ozono, podemos los países realmente ponernos de acuerdo en materia de cómo enfrentar el cambio climático. Y ahí es bien importante, y lo vuelvo a decir, no ver el cambio climático como una oportunidad de negocio de nuevas tecnologías no probadas científicamente, de que puedan ayudar realmente a sus fines, sino concentrar los recursos de lucha del cambio climático, finalmente en materia de mitigación para que las empresas realmente reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, en materia de educación ambiental para reducir el consumismo imperante del sistema económico actual, que yo creo que es fundamental esta obsolescencia que se han creado de los aparatos digitales y tecnológicos y de la misma ropa, de los mismos alimentos que vienen desde miles de kilómetros de distancia y que no sabes cómo son producidos, entonces hay que cambiar el patrón de consumo global apostando a circuitos cortos de comercialización, a circuitos cortos de producción y comercialización. Entonces, ahí hay que meterle recursos. Si cambiamos nuestros patrones de consumo, aportaremos muchísimo en la disminución de gases de efecto invernadero. Y a todo ello, pues indudablemente, invertir en materia de adaptación climática, como ya lo mencioné. 

Tenemos el grupo de países insulares, que es desesperante sus llamados en el marco de Naciones Unidas y de las COPs sobre cómo vienen desapareciendo sus países. Y necesitamos ahí, finalmente, en un sentido de humanidad, generar las acciones pertinentes, no solamente para resguardar la vida de estas personas, sino de toda la naturaleza que hay alrededor de estos espacios que estamos perdiendo. Entonces, rompamos esa visión antropocéntrica de uso de una tecnología que nos salvará de la misma destrucción que estamos generando al planeta por este uso desmedido de energía y de tecnologías alrededor de las cuestiones fósiles. Rompamos eso y creemos una visión más de convivencia de los seres humanos con la naturaleza de manera urgente. Volvernos a conectar con la naturaleza es una necesidad urgente hoy del planeta y de la humanidad. Entonces, generar prácticas agroecológicas, conectarse, construir ciudades realmente sustentables con movilidad eléctrica, carriles de uso de bicicletas, cero emisiones en los procesos de construcción de vivienda, toda una serie de cuestiones son tareas urgentes, y es ahí donde necesitamos los recursos, en construir ese nuevo modelo sustentable realmente del planeta y no dedicarnos a estos asuntos especulativos que finalmente parten de esa visión tecnocentrista, donde la tecnología finalmente nos va a salvar de lo que estamos provocando. 

Tenemos que cambiar nuestra mentalidad, por tanto, y esa mentalidad implica pensar que este modelo no es sostenible a largo plazo el que estamos viviendo, y necesitamos otro modelo de sociedad y que se está construyendo también ya en muchas partes del planeta. En México tenemos experiencias muy interesantes que se están realizando por colectivos, asociaciones, ejidos, comunidades, donde están manejando su territorio de manera sustentable, donde están finalmente aprovechando el bosque y conservándolo, cuidando al resto de los seres vivos y que sobre todo ha partido de los pueblos indígenas de México, nuestro país es el país de América Latina con el número, en términos absolutos, más grande de personas indígenas. Y tal vez eso hace que sobre todo en el sur / sureste del país estemos trabajando y conservando mucho mejor los bienes naturales, a diferencia de un norte del país conectado mucho a Estados Unidos, donde desafortunadamente la conexión de la naturaleza ya es muy pequeña. Se ha preferenciado lo económico sobre la vida y sobre lo ambiental, y por eso en esas zonas tenemos grandes devastaciones ambientales, contaminación del río, del aire. O sea, la ciudad de Monterrey tiene más días con aire irrespirable que aire de buena calidad. 

Entonces, ese modelo es el que hay que cuestionar y hay que dedicar recursos a reconvertir todas estas cuestiones para tener de viabilidad a largo plazo. 

Sí, definitivamente hay mucho trabajo que se tiene que seguir haciendo en este ámbito, por más que llevamos décadas trabajando en ese sentido los que estamos involucrados en estos procesos, pero las cosas caminan a un ritmo lento. Y justamente usted estaba hablando de lo que nosotros hacemos referencia al riesgo moral, el desviar la atención justamente de las medidas que se tienen que priorizar para enfrentar el cambio climático y para garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas, mantener la biodiversidad; y obviamente los seres humanos dependemos de esto para nuestra sobrevivencia. Pero obviamente hay también los que, frente a esta situación donde vemos avances muy lentos, se frustran y consideran que la investigación sobre esta temática es imperativa. Entonces, obviamente un debate complejo que no es una cuestión que quiero abordar aquí, pero le quería consultar porque justamente al respecto, el IPCC en su último informe señala que la falta de gobernanza formal y sólida en torno a la modificación de la radiación solar es un riesgo en sí mismo. Entonces, de todas formas, que uno esté a favor o en contra del desarrollo de estas tecnologías, tenemos que de alguna forma abordar el tema de gobernanza. Y en ese sentido, lo que le quería preguntar es, en su opinión, ¿qué papel podría desempeñar organizaciones internacionales como las Naciones Unidas en el desarrollo de marcos de gobernanza en torno a la modificación de la radiación solar para hacer frente a estos riesgos? 

Pues yo creo que es un papel relevante lo que tienen que hacer las Naciones Unidas al respecto. Es lo que nos ha permitido en los últimos decenios, indudablemente, tener un marco internacional que ordene la cuestión de cómo estamos actuando en el planeta. Entonces, apostar a esa construcción de gobernanza donde haya reglas claras, donde no se permita la experimentación o el uso de esta tecnología, es muy, muy importante. Donde las naciones indudablemente veamos que necesitamos dirigirlo, vuelvo a repetir, recursos a cuestiones más urgentes y necesarias para la sobrevivencia del planeta. Y donde finalmente el planeta tiene que estar por delante de los intereses económicos que en determinado momento pueden venir de grandes corporativos alrededor de esto. Para nosotros es muy claro que necesitamos generar una investigación que ayude, por ejemplo, la resolución de los problemas nacionales que podemos tener en México, que nos ayude a hacer frente a la desigualdad social, a la desigualdad climática, que podamos avanzar en materia de infraestructura, movilidad, indudablemente, sí, muchos de los problemas que tiene nuestro país. Y ahí estamos entrando los recursos que nos permita hacer frente a los desequilibrios ecológicos que estamos creando por el sistema económico y que nos provocó una pandemia como el COVID 19, que desafortunadamente mató a millones de personas alrededor del planeta y que es el resultado de este desequilibrio ecológico donde se hace una explotación intensiva de los bienes naturales. Entonces, evitar que nuevas pandemias vengan en el futuro requiere volver a equilibrar la naturaleza y allá es donde hay que colocar, indudablemente, recursos de nuestros países. Me preocuparía, por ejemplo, llegar a acuerdos ambiguos como el de la minería submarina, actualmente donde se va a explotar ya en áreas no nacionales la cuestión de la minería submarina. Entonces, esto es muy grave, que empiece este proceso exploratorio ya en aguas no continentales. Y es un mal ejemplo, donde al final un mecanismo de explotación muy fuerte que pone en riesgo a la biodiversidad marina y a los mismos océanos del planeta, que es donde sobre todo se genera el oxígeno que respiramos, pues es donde los intereses económicos se están poniendo por encima de la sobrevivencia del planeta y de nuestra propia sobrevivencia. Ahí es donde tenemos que poner la atención a todavía. O sea, no podemos pensar que, si vamos a estar explotando los océanos, no vamos a tener impactos en los océanos.  

En este caso igual. Si vamos a poner todos estos ejercicios de radiación solar, de ingeniería solar, pues van a tener un impacto indudablemente. Y no está comprobado que realmente nos vayan a ayudar en enfriar el clima del planeta, sino nos van a poder crear desequilibrios alrededor del clima en el planeta.  

Estamos por concluir, en realidad, pero quería volver un segundo al tema de los riesgos que plantea la laguna de gobernanza respecto a la modificación de la radiación solar para preguntarle si usted considera que la acción del Gobierno de México justamente es una manera de abordar estas lagunas de gobernanza. 

Claro. Yo creo que los gobiernos nacionales tenemos que generar una reglamentación al respecto para que no seamos lugares de experimentación o uso de esta tecnología. En el caso del Gobierno de México, lo podemos hacer. Somos una nación soberana, fuerte económicamente, que puede darse esa oportunidad de decir no a este tipo de experimentación en materia de modificación de la radiación solar. Y es por eso en el marco internacional donde hay que construir los acuerdos necesarios con otras naciones, tal vez no con la fuerza económica o la presencia que tienen, para que ellos también en determinado momento puedan reivindicar el uso soberano de su territorio y la no experimentación o el uso de estas tecnologías. Entonces, es en el ámbito de las Naciones Unidas, será en el ámbito de la COP 28 de Emiratos Árabes, donde como México estamos abriendo los espacios de diálogo, hacia históricamente las áreas de colaboración del gobierno en México. Entonces, estamos hablando con países de América Latina y Iberoamérica, y continuaremos hablando con ellos y generaremos acciones con gobiernos de África también más adelante. ¿Qué me decías de la COP? 

Iba a preguntar si justamente en la COP la idea es realizar reuniones bilaterales para hablar con diferentes países de esta necesidad de trabajar la reglamentación, la gobernanza de la modificación de la radiación solar, ¿verdad? 

Sí, trabajaremos en la COP hacia una declaración conjunta de diferentes naciones en materia de ingeniería solar, y la presentaremos ayer en Emiratos Árabes. Estamos hablando con las naciones de la necesidad de reglamentar esto. Esperemos también que se haga desde el marco de Naciones Unidas que podamos avanzar en este terreno. 

Muy interesante. Gracias, doctora Ávila. Y para clausurar esta entrevista, quisiera hacerle una pregunta un poco más filosófica, ya que no es muy alentador todo este asunto de cambio climático y usted nos ha pintado todas las problemáticas que enfrenta México y otros países del mundo, los desafíos para la biodiversidad, para los ecosistemas. Entonces, quería preguntarle, pensando un poco en la enormidad de los retos que tenemos por delante, ¿cómo puede el mundo mantener la esperanza sin rehuir la gravedad de la situación? 

Yo creo que el mundo está haciendo muchas cosas. Los funcionarios públicos, los gobiernos, vamos a un ritmo mucho menor de lo que está haciendo las personas en el territorio que está construyendo allá abajo. Entonces, en el caso de México, nosotros lo vemos. O sea, la gente que produce café para exportar a Europa o Estados Unidos está produciendo un café orgánico, sustentable, cuidando la naturaleza, bajo sombra, cuidando el suelo, que es el recurso fundamental. Entonces, alrededor del café, de la vainilla, del cacao, de diferentes productos muy importantes en México, de la milpa. En México se produce maíz, pero se produce maíz asociado a otros cultivos como la calabaza, como el chile, como el frijol. Pues hay también una esperanza de cómo se está conservando el suelo y se está ayudando a la biodiversidad. Nosotros hicimos un estudio sobre el impacto del programa Sembrando Vida alrededor de áreas naturales protegidas de nuestro país. Y fue muy interesante este estudio porque esta regeneración de la naturaleza en lugares ya impactados por la destrucción o por la ganadería misma permitió generar corredores biológicos que conectaron áreas naturales protegidas. Entonces, empezamos a ver huellas de muchas especies animales de puma, de venado, que ya utilizaban estas nuevas reforestaciones para transitar por ahí, llegar a la nueva área natural protegida. 

Entonces, eso es un logro indudablemente muy bueno y que está realizando la gente allá abajo en el territorio, que está generando espacios de cómo los diferentes bienes que realizan, que están haciendo muchas cosas en cuanto al manejo de los residuos sólidos. En el caso de México, vemos sobre todo mujeres líderes defendiendo el territorio, que están haciendo frente, por ejemplo, a la llegada de empresas mineras extractivas a su territorio, que se están parando de forma muy valiente diciendo no queremos estas empresas en el territorio o encabezando la lucha de determinados territorios a favor de la vida y la ecología frente a empresas industriales que se han instalado en su territorio. Entonces, yo creo que hay una esperanza, hay una sociedad de movimiento que lo vemos en México. Lo he visto también porque he tenido la oportunidad de verlo en América Latina. Entonces, lo que nos falta es escuchar más a esta gente para construir las políticas públicas con esta gente, porque además hay una sabiduría popular alrededor del cambio climático. La gente se da cuenta de cuáles árboles son los que donde ya está dándose las plagas, cuáles animales que ya no aparecen producto del cambio climático. Se está dando cuenta que algunos cultivos ahora se pueden dar a altitudes mucho más grandes que anteriores, porque el clima ha cambiado, que han llegado mosquitos a donde no antes no llegaban depredadores donde [antes no había]… Entonces, la gente conoce y la gente toma acciones contra ese cambio climático, cuida los árboles de otra forma, los siembra. Por ejemplo, en Michoacán hay una comunidad que se llama San Jerónimo Purépechas. Entonces, colocaron vasos de agua para la vida silvestre en su reserva forestal y colocaron cámaras trampa, y es bien interesante que la misma comunidad presente todas las imágenes de los animales salvajes que toman ahí de esa agua que colocaron. Pero esa comunidad, por ejemplo, hizo humedales artificiales. Entonces, en lugar de estar gastando en plantas de tratamiento de agua, colocaron humedales, ahorraron muchísimo en energía y están enviando aguas cristalinas al Lago de Pátzcuaro, uno de los lagos más hermosos de nuestro país. Y es gente de una comunidad organizada, indígena, que ha decidido hacerlo. Y así te puedo platicar miles de experiencias alrededor de todo México. Entonces, nos corresponde a nosotros darle visibilidad a esas experiencias, aprender de ellas, porque ahí está nuestra esperanza. Hay empresas que destruyen el planeta, que lo devastan, pero también hay una sociedad que lo defiende, que se reivindica, que controla su territorio, que se organiza en el consumo, en la producción, en la generación de muchas cosas a nivel de sustentabilidad. Y aprendiendo de ello, podemos hacer muchas cosas. 

Me encanta este mensaje esperanzador para terminar esta entrevista. Bajar del escritorio al territorio sería el mensaje de esperanza. Muchísimas gracias, Dr. Ávila, por esta conversación muy interesante. Le deseamos todo lo mejor en su desempeño y por supuesto que bienvenido cuando quiera para seguir con una siguiente entrevista. Creo que hay mucho para conversar. Muchísimas gracias. 

Pues muchísimas gracias a ustedes. Al contrario, es un gusto conversar con ustedes. 

 

 

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